Por suerte, somos diferentes y tenemos mucho que aprender del otro.
Aprentia se funda en la idea de que todos los estudiantes son diferentes pero tienen el mismo derecho de acceder a la escolaridad. Apostamos a construir una educación en donde todo el que quiera aprender tenga la posibilidad, sin perder de vista que cada aprendiz requiere una mirada que apueste a su singularidad. Somos conscientes que es un camino que lleva tiempo y esfuerzo (cuando no fuimos muchas veces educados con este enfoque), que tenemos que tener la cabeza atenta para no elegir el individualismo sobre la individualidad.
Lo que sucedió en la escuela San Antonio de Padua nos muestra que aún tenemos mucho trabajo por hacer como sociedad. Es responsabilidad de todos generar una convivencia que celebre las diferencia en lugar de borrarlas, que entienda que TODOS tenemos algo que nos hace distintos (con o sin diagnóstico), porque yo soy diferente de mi vecino, de la persona que esta sentada al lado mío en el colectivo, de mi hermano. Sacar lo que nos molesta de nuestro campo visual nos convierte en limitados y en eso convertimos a nuestros hijos.
Por suerte, somos diferentes y tenemos mucho que aprender del otro.